Esta foto fue tomada el pasado julio durante el viaje «La Gran Vuelta a Islandia». Fue cerca de Latrabjarg, durante el avistamiento de aves. Fue uno de los momentos más emocionantes, yo estaba deseando ver frailecillos. Yo miraba y miraba por el acantilado y no veía más que gaviotas y otras aves. Sabía que estábamos a pocos km de Groenlandia y hacía mucho frío. Cuando me quise dar cuenta, lo vi. Estaba mirándome, sin miedo, curioso. Estaba tan cerca… Nunca pensé que vería alguno así. Parecía un muñequito de peluche. Recuerdo con mucha ilusión este momento, estábamos contentísimos porque después vimos otro, y otro, y otro… Es increíble que la naturaleza nos brinde estos momentos entrañables. Gracias por todo.