En el 2010 decidimos darle una vuelta más de tuerca a Thule y emprender una travesía pionera de exploración y descubrimiento de la región: en kayak, vagabundeando por los fiordos, entre hielos y navegando entre narvales con la ayuda de nuestro amigo y guía inuit, Paulus Simigaq.
QAANAQ 2010: CRÓNICA DE UN VIAJE por Óscar Algorri
Óscar es un viajero impenitente, pero hasta ahora su corazón estaba más en tierras africanas que en las polares. Ya hace dos años había recorrido en kayak la zona próxima a Narsaq, en el sur de Groenlandia. Pero fue a insistencia de Ramón y, sobre todo, por el atractivo de la aventura que le proponía, cuando decidió pasar el verano en el invierno explorando sin rutas preestablecidas ni destino fijo, en una de las zonas más inhóspitas y lejanas del planeta.
La idea de llegar mas allá del paralelo 78, visitando Etah, mítica población para los expedicionarios del ártico situada en una magnífica ensenada y hasta hace unos años elasentamiento poblado más al norte del mundo, era una meta para él. Pero llegar hasta ahí no fue nada fácil: sortear el Cabo Alexander debería figurar como una de las aventuras más excitantes y peligrosas del mundo. El relato de Óscar está lleno de dureza y, a veces de penurias, nos cuenta que es prácticamente indescriptible lo que duelen las manos cuando las tienes heladas y deben sujetarte a la embarcación con más fuerza de la que realmente tienes. Pero su texto está lleno también de maravillosas experiencias como dormir en el mismolugar en el que el mítico Peary montó su campamento, descubrir nuevas ruinas, escuchar el sonido de los inmensos icebergs girando sobre sí, tocar los glaciares y explorar su interior, sus ríos, sus lagos azules… así como contemplar la caza del narval tal y como la siguen efectuando los inuit.